sábado, 15 de noviembre de 2008

REAJUSTE SECTOR PUBLICO

HONORABLES PARLAMENTARIAS Y PARLAMENTARIOS
CONGRESO NACIONAL DE CHILE
PRESENTE

Concepción 14 de noviembre de 2008.

De nuestra consideración:

Nos dirigimos a ustedes para plantearles la necesidad de detener, por acción parlamentaria, la iniciativa de Gobierno de aprobar el presupuesto de la Nación sin acuerdo con los trabajadores públicos en lo relativo al reajuste de nuestros salarios. El Gobierno ha ofertado un 5% de reajuste luego de 23 días de silencio, en una evidente maniobra dilatoria de cara al estrecho plazo constitucional del Parlamento para aprobar el presupuesto de la Nación.

Entre 1996 y 2006 la diferencia acumulada entre el IPC y los reajustes que el Gobierno ha dado a los trabajadores públicos ha sido de un 1,8%. En esa década, según el Banco Central, la productividad del país subió en un 46,5 %. Un 1,8 % de reajuste real de los salarios, frente a tal bonanza económica, revela que los trabajadores que sostenemos el sistema público (al servicio de la asistencia social y del fomento de la productividad nacional) no hemos sido beneficiados equitativamente por tal crecimiento económico. Hasta el año 2006, por lo menos podíamos decir que se nos mantuvo el poder adquisitivo. Pero de reajuste real, de acuerdo a la productividad del país, nada. Es decir las ganancias no se han socializado con los trabajadores.

Además, el año 2007 empezó un proceso de detrimento de nuestro poder adquisitivo. Ese año el IPC alcanzó un acumulado, de noviembre de 2006 a igual mes del 2007 de un 7,4%. En diciembre de 2006 el Gobierno nos reajustó los salarios en 5,5%. Es decir, vimos rebajado nuestro poder adquisitivo en un 1,9 % durante ese año. El año pasado luchamos por un 12% y logramos finalmente un reajuste de un 6,9%, que comenzó a operar en diciembre de 2007. Pero el IPC acumulado, de noviembre de 2007 a igual mes de 2008, alcanzará lejos los dos dígitos ya que en octubre de este año se alzó a un 9,9 %. Es decir, durante el 2008 nuevamente habremos perdido al menos un 3% de poder adquisitivo. En suma, en los dos últimos años nuestro poder adquisitivo se habrá visto disminuido por lo menos en un 4,9%.

El último ganador del premio Nobel de Economía (Mr. Paul Krugman), ha señalado que “habrá una recesión económica brutal y larga”. Por tanto, ningún análisis económico puede llevar a pensar que el IPC no continuará subiendo durante el 2009 al mismo ritmo actual. Así es muy probable que lleguemos a noviembre de 2009 con un IPC de por lo menos otro 10%. Sumando, todo este análisis nos lleva a que para recuperar el poder adquisitivo que habremos perdido entre 2007 y 2009, necesitamos un reajuste cercano a un 15%. Por eso, la mesa del Sector Público, ha solicitado un 14,5% de reajuste de nuestros salarios. Nuestra demanda es justa. No estamos pidiendo un aumento de nuestros salarios sino sólo la recuperación de nuestro poder adquisitivo.

Pero los Ministerios de Hacienda e Interior han solicitado a los trabajadores apretarse el cinturón pues la crisis afectará negativamente el crecimiento del país. Y nos piden que no aleguemos por nuestro reajuste pues debemos ser considerados con los problemas financieros del país y dar las gracias por la mantención de nuestros empleos. O sea, en el pasado no socializaron las ganancias del país y ahora, sin vergüenza alguna, quieren socializar las pérdidas.

Perdidas causadas por sistema financiero especulativo, al que no se le cobra su actual responsabilidad, ni se le llama a ningún esfuerzo de austeridad. Los chilenos no olvidamos, como durante la crisis de 1982, el Gobierno salvo al sistema financiero privado echando mano a las arcas públicas y, con el dinero de todos resguardó el interés de unos pocos grupos económicos.

Los trabajadores, ya nos hemos visto tremendamente afectados al verse reducidos nuestros fondos de pensiones en montos que van de un 30 a un 46%. Gran parte de éstas pérdidas ya se consideran irreversibles, aún con un supuesto mejoramiento de la situación económica internacional a futuro. Los trabajadores nuevamente tendremos que soportar las pérdidas, en tanto uno de cada tres pesos que hemos cotizado, en todos estos años, en las AFP, han pasado a ganancia neta de los grupos económicos que las poseen.

Por eso un reajuste de nuestros salarios para recuperar nuestro poder adquisitivo, es lo mínimo que pueden hacer por nosotros. Un reajuste del 14,5%, no sólo es posible para la Hacienda Nacional, sino que además llevará a elevar el salario mínimo de los trabajadores del sistema privado. Todo ello, lejos de desestabilizar la macroeconomía del país, potenciará la demanda interna y beneficiará las pequeñas y medianas empresas que son las que a partir de su trabajo probadamente honesto y no especulativo, pueden sostener la productividad y el empleo que necesitaremos para enfrentar la crisis.

No es digno para un Gobierno, enfrentar una crisis macroeconómica internacional pidiendo a los trabajadores que dejen de adquirir lo que básicamente necesitan para proveer sustento, salud y educación a sus familias. Según la consultora LatinPanel, entre julio y septiembre de 2008, la demanda interna de los chilenos por alimentos cayó en un 8%. ¿Esa es la forma en que el Gobierno quiere enfrentar la crisis?. Recordemos que el alza de la inflación por sobre el 15% y la falta de reajuste de los salarios, detonó una explosión social que terminó con un gobierno autoritario hace dos décadas.

Las históricas movilizaciones de funcionarios públicos, registradas en estos últimos días, tienen mucho de esa misma dinámica social y política. No es posible que el Gobierno aplique políticas fiscales neoliberales que impiden optar por la demanda de los trabajadores, con el pretexto de cautelar equilibrios macroeconómicos que siempre favorecen más a los que más tienen. Esto está llevando a que los trabajadores y las trabajadoras, presionados por la devaluación de sus salarios, opten a futuro por una alternancia en el poder ejecutivo de la Nación. Paradojalmente, esto instalará a cargo de las finanzas del país a representantes de un liberalismo económico aún más profundo. Política liberal que sumió al país en una crisis económica que golpeó severamente a los trabajadores entre 1982 y 1992.

Por eso estamos movilizados, con la más alta convocatoria y unidad registrada en democracia. Encuestas recientes realizadas por medios de prensa indican que la mayoría de la población apoya nuestro movimiento. Estamos frente a un hecho de alta notoriedad pública y de serias consecuencias sociales y políticas para Chile. No estamos sólo frente a la aprobación de un nuevo reajuste para el sector público, ni frente a la aprobación de un nuevo presupuesto de la nación. Hay más asuntos en juego, tal como la conducción política futura del país. Por ello, solicitamos respetuosamente a las señoras y señores parlamentarios que rechacen el presupuesto nacional que presentará el ejecutivo, si este no satisface las legítimas demandas de los trabajadores públicos. Y menos, si el Gobierno lo presenta sin haber llegado a un consenso con la mesa de los 15 presidentes de todos los Gremios públicos de Chile.

Deseamos solicitar su comprensión, frente a la situación de que no es posible aprobar un presupuesto de la Nación que se apoya en una política de salarios que denigra a los recursos humanos que trabajamos para que se materialice. Los trabajadores públicos creemos que esta situación es una contradicción de cara a un país que se apresta a celebrar su bicentenario conmemorando nuestra historia política, cultural y productiva con un discurso gubernamental socialmente inclusivo.

Atentamente,


MESA DE TRABAJADORES DEL SECTOR PÚBLICO
REGION DEL BIO-BIO


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