LA CRISIS HOSPITALARIA

INFORMATIVO 20:

LA CRISIS DE LOS HOSPITALES DE CHILE

En relación a las múltiples denuncias que afectan al Sistema Público de Salud, nos permitimos aclarar e informar lo siguiente:

1. Como es conocido por todos los actores sindicales y sociales no fuimos considerados al momento de imponer por parte del Gobierno una reforma a la salud basada en una canasta de prestaciones protegidas y financiadas ( mas conocida como Plan AUGE) en desmedro de las prestaciones fuera de dicho Plan

2. La imposición de la reforma significó además iniciar ésta con una alta deuda hospitalaria, falta de infraestructura, especialistas y personal en general, además de una atención primaria municipalizada que no tiene capacidad resolutiva para evitar el colapso de las urgencias en los hospitales públicos.

3. Los efectos negativos de esta mala reforma cada día son mas evidentes y se han visto aumentados por la mala gestión, funcionamiento deficiente de la red asistencial y la falta de recursos provocada por el traspaso de las prestaciones AUGE al sector privado para cumplir con las garantía de oportunidad que se les exige a los hospitales, generando el endeudamiento creciente de éstos al tener que seguir funcionando sin el financiamiento necesario.

4. A partir de la creación de la comisión investigadora en la Cámara de Diputados por los incumplimientos del AUGE, fueron apareciendo una serie de denuncias y deficiencias de éste avaladas en algunos casos por las visitas que realizó dicha Comisión a distintos establecimientos, lo que concluyó con un Informe de la Comisión aprobado por una amplia mayoría en la Cámara Baja.

Dicho Informe que también incluye las observaciones al mal funcionamiento, problemas de gestión y déficit del Sistema hechas por los gremios de la salud, incluye una serie de propuestas que apuntan a buscar soluciones por la vía de aumentar el traspaso al sector privado de las prestaciones AUGE y con ello los recursos del sector público de salud, especialmente vía compra de servicios, insumos, “consultas de llamada” que superan el 20% del presupuesto de los Servicios de Salud.

5. A estos graves hechos de mala gestión y falta de recursos físicos, humanos y financieros en el Sector que terminan afectando la salud del 80% más pobre de la población, hay que sumarle las permanentes denuncias por diversos errores de procedimiento al interior de los hospitales públicos como también las constantes acusaciones de falta de atención, suspensión de cirugías y tratamientos, colapso de los servicios de urgencia y endeudamiento, debilitando y desprestigiando la imagen del sector público de salud y sus establecimientos.

6. Los múltiples ataques a los hospitales públicos algunos incomprensiblemente desde el interior de ellos mismos, han significado que en los últimos días aparecieran organizaciones y distintos personeros para proponer e incluso exigir la privatización definitiva de la atención de salud, traspasando abiertamente las prestaciones al sector privado y lo mas grave promoviendo el llamado “subsidio a la demanda” bajo la excusa de hacer cumplir la normativa entregando a la personas la decisión de donde atenderse., esta propuesta que forma parte del informe de la Comisión Investigadora ha sido avalado por el Gobierno a través del propio Superintendente de Salud Dr. Manuel Inostroza.

7. Lo expuesto anteriormente es de una gravedad mayor que incluso sobrepasa nuestra preocupación por la autogestión hospitalaria, ya que si bien el paciente estará contento que se lo atienda en una clínica oportunamente, hay que preguntarse ¿que pasaría con los trabajadores y trabajadoras del Sector?, ¿cuántos servicios y camas se cerrarían? Estas y otras preguntas hay que formularse seriamente y salir a la brevedad a defender pero consecuentemente y con responsabilidad el Sistema Público de Salud.

Para iniciar una contraofensiva a los intentos de privatización de la salud, llamamos a los trabajadores (as) de la salud pública a un estado de alerta nacional, por lo cual iniciaremos desde ya acciones de movilización en rechazo a estas propuestas privatizadoras del sistema público de salud, iniciando una fuerte ofensiva comunicacional en contra de las propuestas de privatización de la salud pública, colocando papelógrafos en los frontis de los establecimientos, exhibiendo pancartas y realizando conferencias de prensa en rechazo a los intentos por privatizar la atención de salud pública a la espera de próximas instrucciones al respecto.