Bono Portable Auge: Gato x Liebre...

BONO PORTABLE AUGE:

PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA

* Por: David Peralta castro

Mientras la OMS señala que los bonos portables son regresivos, que generan ineficiencia al aumentar los costos de las prestaciones y que son utilizables sólo por quienes cuentan con más recursos e información, el Gobierno resuelve poner en práctica el Bono Portable Auge y el presidente del Colegio Médico de Chile, Dr. Rodríguez, aplaude la medida.

El bono portable, bautizado por algunas Clínicas como “Cheque Auge”, es un documento valorado, emitido por FONASA y cobrable por los prestadores (clínicas). El paciente portador del bono, cancela con este documento parte de la prestación otorgada por el prestador privado.

Lo que se presenta como la solución a las interminables “listas de espera” de pacientes con patologías AUGE, no es más que la lectura fácil y la excusa para justificar, en el sector salud, la política de traspaso de recursos públicos a la empresa privada.

Definitivamente, FONASA se transforma en caja pagadora de clínicas privadas.

Consecuencias del bono portable:

1. Resuelve la espera sólo de aquel paciente con capacidad de pago, aumentando el gasto de bolsillo del paciente. Toda diferencia entre el valor de la prestación y el valor del documento, debe ser pagada por el paciente. Pan para hoy, pero sólo para algunos.

2. Más de 150 mil millones de pesos, que deberían destinarse al fortalecimiento del Sistema Público, donde se atiende más del 70% de la población chilena, son traspasados a inversionistas, propietarios de las clínicas privadas de Chile. Hambre para mañana, para la gran mayoría de la población chilena.

3. Con fondos del Estado y las cotizaciones de los trabajadores, se subsidia al sector privado. No por nada, poderosos grupos económicos han realizado millonarias inversiones a la espera de concretarse las indicaciones del Banco Mundial, orientadas a la contención del gasto social.

4. Encarecimiento de las prestaciones de salud. El sistema privado gasta seis veces más que el Sistema Público. Mientras el sistema Público gasta 398 dólares per cápita al año para atender a 11 millones de personas, incluido promoción, prevención y curación; el sistema privado gasta 2.329 dólares per cápita, para atender a 3 millones de personas y sólo en curación.

5. Cada vez mayor disminución de especialistas en el Sistema Público. Los especialistas del Sistema Público son “atraídos” por la empresa privada, proletarizando la profesión médica y sin acceso a derechos laborales consagrados en la legislación para todo trabajador. Pan para hoy, hambre para mañana.

6. El bono portable, junto con subsidiar a poderosos grupos económicos, conduce a una franca reducción de la capacidad del Sistema Público para dar protección y atención de salud a todos los chilenos

GATO X LIEBRE...